El amanecer del Amor, de Daniel de Wishlet - page 28

El amanecer del Amor
26
Comencé colaborando como voluntario en una ONG de ayuda a la
reinserción social de personas presas, en la que realizaba mi labor en las
prisiones y en pisos de reinserción. También planeé hacerme funcionario
de prisiones, para así poder trasmitir mi conocimiento a los que estaban
presos, preparándome la oposición. Todo en su conjunto me ayudó a
acabar con éxito el segundo curso de doctorado en Derecho Penal, cuyo
tema central fue «la pena de prisión».
En una de esas noches, y como no me comprendía, mi madre me pre-
guntó de corazón qué es lo que yo quería hacer en la vida. Y sentados
juntos en el borde de mi cama le respondí:
Solo sé que tengo Luz, y lo que quiero hacer es darla
.
Teniendo ya aprobado el primer examen para el grupo superior de
funcionarios de prisiones, a causa de la baja de uno de los monitores en
la ONG, me ofrecieron la posibilidad de trabajar en ésta, lo que acep-
té encantado: ¡era la primera vez que podía ayudar profesionalmente al
mundo con Amor!
Al principio fue como un sueño, pero como ya me había sucedido con
anterioridad, volví a toparme con personas cuyos motivos estaban muy
lejos de ayudar, ocultándose tras la mentira y la confusión. Afortunada-
mente, también pude conocer a personas de gran corazón.
A pesar de que en las prisiones pude ayudar a muchos que me necesi-
taban, me empecé a acomodar en los valores de una sociedad que tanto
había querido cambiar. De estar con los pies en la tierra pasé a estar otra
vez «enterrado». El mayor peligro que podía correr desde mi despertar
espiritual era volver a «dormirme», y esto fue lo que comenzó a suceder:
el salir de fiesta por las noches, y lo que esto conlleva —ya habíamos
roto nuestra relación Jenny y yo—, empezó a ser más importante que mi
propio crecimiento interno y el de los demás. Lo justificaba pensando
que como ya estaba en el camino del Amor, me podía permitir «ciertas
licencias» en contra de la Luz.
En esos momentos no me daba cuenta de que éste era un plantea-
miento manifiestamente contradictorio.
Un día, y no por casualidad, asistí invitado por una amiga a unas jor-
nadas en una Compañía de nutrición internacional. Me gustaba cuidar
mi alimentación, y aquí se me ofrecía la posibilidad de ayudar a muchos
a mejorar la suya. Además, la oportunidad de obtener beneficio econó-
mico era ilimitada, por lo que reflexioné sobre la propuesta que me hi-
cieron.
1...,18,19,20,21,22,23,24,25,26,27 29,30
Powered by FlippingBook